Cumpleaños (1 de julio de 2019)

No sé cómo se celebra el primer cumpleaños en que no estás. No sé si cumples un año, o medio. No sé qué hacer con todos los días de ausencia y de dolor que se nos amontonan por los rincones.

El 26 de noviembre nos dijiste adiós. Cerraste para siempre los ojos y se grabó tu mirada risueña en nosotros. Alargaste la mano, abrazaste a tus hijos, sonreíste porque ibas al encuentro de R., algo que te hacía muy feliz y que a nosotros nos acongojaba.

Desde entonces he intentado escribirte muchas veces. Sé que escribirte es no olvidarte. Es una de las pocas certezas en las que creo. Y al margen de varios tuits que gemían el tiempo y el espacio sin ti, poco o nada he hecho en esta dirección. No sé si esta entrada del blog quiere enmendar mi error, el vacío prolongado, el silencio, la espera inútil, los segundos de reloj que no me llevan a ninguna parte.

Querría felicitarte y darte un abrazo y dos besos. Que te lleguen esos dos besos no sé adónde, a ese lugar en el que te encuentras, tan cerca y tan lejos de todo.

Me acuerdo de tu risa, de tus sabios consejos, del rojo de labios que perpetua, lo sabes, tu sonrisa en nuestra memoria.

Querría, egoístamente, que en este tránsito nos acompañases, como siempre hiciste, que no se borrase nunca tu alegría de nuestra vida, que el sol siguiera saliendo y que todo volviera a tener un sentido que nos convirtiera en útiles, importantes, imprescindibles.

Que alguien echase de menos nuestras voces, nuestra compañía, que odiase el espacio que dejamos y añorase el olor que precede a la despedida, el olor del encuentro, de la cercanía, de la presencia.

Querría que no doliera, deambular hasta nuestro pasado, decirte que ha merecido la pena, que te echamos de menos, que no es lo mismo sin ti, que nada me encantaría más que poder tirarte hoy de las orejas, felicitarte y darte un abrazo y dos besos. Ojalá la vida no se nos empañe como ahora...y poder felicitarte


Comentarios

Entradas populares